lunes, 25 de febrero de 2013

Censura bajo el arco

Originalmente iba a comentar sobre la cancelación del evento "Música bajo el Arco" que impulsaba José Farnés y sobre las razones que la Municipalidad le dio para que ya no se llevara a cabo. Sin embargo, creo que ya queda poco qué decir y otra noticia fue más significativa. El cierre del bar Bad Attitude, uno de los lugares más emblemáticos del Centro Histórico, aunque a muchos les pese. Creo que son dos eventos ligados, no por Farnés, sino por lo que representa quedarse sin espacios para exhibir música original de diferentes subgéneros del rock. Así que mantengo el título del tema aunque me permitiré ahondar más en el caso de Bad Attitude.

UN ESPACIO PARA LA MÚSICA ORIGINAL

Así como fue creado el concepto de presentar a bandas nacionales en un evento de convocatoria masiva, en un lugar emblemático como el Arco de Correos sobre la 12 avenida de la zona 1, la mayoría de músicos activos debería seguir de cerca las reacciones que generan este tipo de proyectos. Me refiero a los músicos pues saben lo difícil que es encontrar espacios adecuados para exponer música propia. El público en general puede interesarse pero sabemos que el concepto de música nacional aún no impacta en nuestra sociedad como algo de calidad, original y necesario para expresarnos sobre nuestra realidad. Pero vuelvo al punto. Según José Farnés, la Municipalidad dio algunos argumentos medio creíbles sobre los problemas que ocasionaría cerrar la 12 avenida y el costo de la luz eléctrica que tendría que salir del Edificio de Correos. Más se perdió en la guerra pero al final, fueron una excusa para no permitir un evento cultural (PUES LA MÚSICA ES CULTURA) sin importar que tocaran bandas de reggae, Rock o Metal. Es triste, sobre todo porque no fue un esfuerzo improvisado de parte de un novato, pero lo bueno es que se solucionó aunque insisto, debemos seguir más de cerca este tipo de hechos. ¿Cómo sí dejamos que un grupo de bochincheros cierre carreteras a cualquier hora en un día hábil y no dejamos realizar un evento cultural durante un día de descanso en una calle poco transitada? Saquen sus conclusiones si acaso no dice mucho de nuestra sociedad.

EL CENTRO Y SUS ESPACIOS CULTURALES


Nuestras conversaciones usuales con otros músicos suelen llegar a la conclusión de que es difícil llevar a la gente a conciertos fuera de los lugares usuales. Una actividad musical suele ser desdeñada o minimizada si no se lleva a cabo en un bar donde se garanticen las bebidas alcohólicas y lugares adecuados para sentarse. Hasta cierto punto pareciera que el público es sofisticado y exigente con la propuesta nacional. Lo malo es que muchas veces toleran pagar el derecho de entrada elevadísimo, aún sabiendo que los músicos no reciben ni el 20% de ese pago y luego todo el consumo va al bolsillo del dueño del bar. Además, el público adormecido muchas veces acepta imitaciones, bandas que solo sirven de música de fondo para una fiesta de cuates. ¿Y la música? y aún peor, ¿Dónde pueden las bandas nuevas, originales, que necesariamente no suenan a la tonadita del verano y por lo mismo requieren de más atención, quizá hasta de más espacio en el diminuto escenario?

Algunos se alegrarán que por fin el Bad Attitude cierra, pero para quienes tocamos ahí, sin sacar una ganancia mayor que la satisfacción de tocar frente a un público atento, sabemos lo difícil que será encontrar nuevos espacios. Surgen algunas preguntas que quizá mis amigos músicos pueden responder: ¿Dónde podremos hacer propuestas originales? ¿Dónde contaremos con un lugar equipado en el que apenas se deban llevar los instrumentos? ¿Donde no te exijan una cuota mínima de seguidores o un cover elevado para que le saquen el jugo a los fans? Ya eso casi no existe. Y lo peor es que ante la indiferencia de nuestro público, los músicos siguen (seguimos) nuestra lucha por espacios.

Y son preguntas realistas, si alguien sabe dónde se puede tocar música original por el placer de tocarla y donde quizá una veintena de personas presten atención, la sugerencia es bienvenida.

A CONSTRUIR PÚBLICO

Un amigo me dijo alguna vez que uno debe dedicarse a una actividad que tenga industria ya desarrollada. Por ejemplo, si el cine no tiene una industria aún en Guatemala, mejor dedicarse a hacer otra cosa mientras se desarrolla. Yo difiero. No quiero réditos económicos (aunque siempre son bienvenidos), solo deseo que la gente escuche con la misma atención una propuesta nacional a otra internacional. pero se dan muchas contradicciones. Casi cualquier éxito remasticado que importamos, es una copia de otra tonada de moda anterior. Ahí sí compramos los discos, camisas y si en el caso esporádico de que vengan a Guate, pagar una entrada cara. Pero luego cuesta pagar un cover de Q25 para entrar a ver una banda nacional.

Quiero ser propositivo y quiero dejar en el lector una inquietud. Creo que no hablo solo, que muchos músicos entienden mi sentir y aunque suene muy negativo, lo que deseo es darle su justa dimensión a la realidad que enfrentamos: ¿En dónde podemos presentar propuestas musicales que sean respetadas por nuestra propia gente? ¿Por qué solo un artista nacional que tuvo que irse y hasta cambiar su acento, lo consideramos como representante nacional?

Ahora bien, quizá perdimos el Bad Attitude, quizá no se vuelva a hacer un evento bajo el Arco de Correos, pero sé que Farnés continuará realizando eventos, ahora dedicado al 100% a su productora. Pues qué bien por él. Quisiera que dejemos de ser un país de cangrejos y respetemos los esfuerzos de cada quien. Todos podemos aportar si dejamos que cada cual haga su parte.

He hablado a título personal, Farnés no me ha pedido que lo hiciera y si lo hago es porque siento que es importante que construyamos público. Que seamos exigentes como músicos. Que la gente "no oiga esa música" no significa que no pueda haber un cambio. A Farnés, mis respetos por mantener viva la llama del rock independiente. A todos los músicos que se niegan a masticar los mismos covers para satisfacer a un público aletargado, mi mayor admiración.

Sé que no soy el único que se siente así. Hagamos la diferencia. No permitamos la censura del arte. No nos callemos, nuestras armas son auditivas, nuestra música debe ganar espacios, debe exigirlos, debe abrirlos. Estoy convencido de que puede ser. ¿Ustedes?

martes, 12 de febrero de 2013

Con Alternativas

El sábado pasado asistí al evento "Voces Unidas contra el Cáncer", de la fundación Únete. Fue una actividad de asistencia masiva, cuyo centro lo ocupó la interpretación de música nacional, casi en un 100%. Me alegró mucho que los organizadores hayan valorado la interpretación musical guatemalteca para culminar las actividades anuales de este evento de caridad. La propuesta que alguna vez se ha llamado "Alternativa", un colectivo de diferentes músicos de la escena de rock nacional, esta vez rebautizados como "Voces Unidas contra el Cáncer", un título que cobra sentido por la campaña que involucra a la mayoría de chapines en su intención por atacar un mal tan generalizado en nuestros tiempos.

Pero hablaremos un poco sobre la propuesta musical, los detalles que pude apreciar sobre esta excelente iniciativa.



COMIENZA LA FIESTA

Malacates fue la banda encargada de comenzar. Intersante, esta banda que hace un par de años levantaba al público con una introducción, esta vez sentí al público frío y no se involucró sino hasta que la banda interpretó "Ni un Centavo", casi a la mitad de su set. Por primera vez pude escuchar a la banda sin su trompetista, Jacobo Nitch. Me sorprendió que utilizaran secuencias pregrabadas en lugar de que el tecladista pudiera cubrir ese instrumento. Bueno, además de que incluyeron varios instrumentos más en las secuencias, sentí muy frío este reemplazo. En fin, a diferencia de varios otros conciertos de los Malacates, sentí que su presencia en el escenario fue bastante distante. La gente se la pasó bien, pero para la reacción que suelen generar, me pareció quedar corta.



UNA ALTERNATIVA

Tenía bastante curiosidad por escuchar qué tal sonaban las personalidades de diferentes bandas en un mismo conjunto. Aunque ya se ha practicado varias veces, es diferente cuando se expone a un público general, no necesariamente a los nostálgicos de la época dorada del rock guatemalteco. Sin embargo, tanto la selección de temas como la participación de músicos creo que fue la adecuada y dejó una muy buena impresión en los asistentes.

Noris Barrios reemplazo a Lui Donis para interpretar "La Pops", de Radio Viejo. Su interpretación fue muy buena, y la gente pareció no extrañar que el tema fuera cantado por una intérprete con un timbre vocal completamente diferente a la versión original. Luego fue el turno de Tavo Bárcenas, con la canción "Oxígeno", un tema bastante comercial que funciona bien en vivo. Juan Aguirre, ex Razones de Cambio interpretó una canción propia, la cual no conozco. Armando Pineda llenó el vacío de Ricardo Andrade, con el tema "Por qué la Extraño Tanto", que levantó al público y se sintió la emoción de un tema clásico.

Después, no habría caída en el ánimo del público, que recibió a Geovanni Pinzón para interpretar "El Grito", seguido de Álvaro Aguilar, quien interpretó Aquí Está tu Tierra, de Alux. Aguirre tomó la batuta de nuevo para interpretar el famosísimo "Son de Armonía", que la gente no se cansó de aplaudir.

"Peces e Iguanas", el tema más popular de Bohemia sirvió de antesala para finalizar la presentación con uno de los himnos preferidos de Alux: "Como un Duende", interpretado por Álvaro Aguilar y Armando Pineda.

El público reaccionó muy bien a los temas. Claro, en un set de 40 minutos, muchos temas quedaron fuera, especialmente ausencias de temas de La Tona, Fábulas y Viernes Verde fueron los más notorios, pero sin duda el público terminó por demás complacido con el repertorio ofrecido. De los músicos que acompañaron a los intérpretes, me llamó la atención que Hedras Ramos participara. Su interpretación fue por demás discreta e incluso parecía no disfrutar estar en el escenario, tanto que Aguirre fungió como guitarrista principal en la mayoría de temas.

Curiosidades quizá, pero al ver a tantos intérpretes guatemaltecos en un mismo escenario, pertenecientes a generaciones distintas, es de admirar la calidad de la música y la apartura de la gente para escuchar temas nacionales como espectáculo principal de un concierto.



NACIONAL, PERO...

Luego de la presentación del total recaudado y la presentación del cheque respectivo, se dio por clausurada la actividad y la banda Gangster se encargó de continuar la fiesta, con ritmos bailables y mucha energía escénica. Sin duda la gente se la pasó bien, pero podemos ver el contraste de propuestas. Por un lado, una evocación a la época en donde la música era prioridad y los esfuerzos independientes generaron un movimiento musical de los jóvenes para los jóvenes; por otro lado, Gangster toma la batuta para explicar gran parte de por qué el movimiento nacional ha regresado a los bares a ser música de fondo.

Su set se trata de versiones bailables de muchos temas ya reconocidos de otras épocas, en especial de grupos o solistas mexicanos. Claro, esta banda fundamenta su propuesta en tomarse todo a la ligera y pasarla bien. No es lo que yo busco en una propuesta musical, y con todo respeto, la música nacional debe definirse a sí misma. Encontramos muchísimas bandas tocando covers en el fondo de un bar. La mayoría es música de fondo. Hay más paga, trabajo seguro y menos riesgo.

Es interesante contrastarlo cuando apenas media hora antes, desfilaron en el escenario una quincena de músicos que ajustaron para pagar un sonido, que se fajaron para grabar un disco independiente y lograron crear clásicos del rock guatemalteco. Lo dejo para la reflexión. No es mi interés enmarcar una época o morir de nostalgia. Solo busco evidenciar lo que a mi juicio explica parte de la falta de industria, o quizá de propuesta, que hay en las bandas famosas contemporáneas.

No me queda duda de que hay muchas bandas actuales con material fresco y original. Que tocan en pequeños bares, y aunque llegue poco público demandan de la audiencia atención y apreciación. Es cierto que es mucho pedir, que la gente se olvide un poco de la fiesta y ponga más atención en el músico. Pero tampoco es secreto, que esa misma indiferencia fue la que motivó el surgimiento de nuestra primera gran banda. Aquella que habla de un grillo y un mar...

El mar, sigue rugiendo... ¿Qué hacen los muchos grillos que se le atreven a cantar?

lunes, 4 de febrero de 2013

Seis temazos "Made in Chapinlandia"

Ya es hora de hacer un poco más divertido el blog. Hoy vengo con la propuesta de seis temas muy interesantes para guitarristas, novatos, aficionados o profesionales. Este es material propio, original, guatemalteco de varias épocas, que vale la pena conocer y reconocer. Claro, no es un ránquin, pues no pretendo definir qué solo, riff, arpegeo o canción es "mejor", sino solo invitarlos a que recuerden, descubran y conozcan material de mucha calidad "made in Chapinlandia".

Mucho se habla de tantas bandas o grupos extranjeros. Yo no me canso de insistir que aquí mismo tenemos mucha más creatividad que lo que oímos en las radios que reciclan productos musicales mexicanos y argentinos. Hasta ese cantautor que debería de contar como guitarrista de Guate, pero que en realidad ha utilizado las mismas rimas y los mismos cinco acordes en sus últimos cinco discos, o quizá más. Así que démonos un chancecito y veamos este interesante material, un poco de todo para todos. Seis temazos para conocer:

6- SI NO HAY SENTIMIENTO


Una de las melodías más conocidas de rock guatemalteco. Recuerdo estar en tercero o cuarto primaria cuando escuché por primera vez este temazo. No tuve la fortuna de oír más que dos canciones de esta banda, pero al escucharla tantos años después, no pude más que sorprenderme de la buena producción y el sonido tan sólido de esta banda, que al compararlo con otras producciones de la época estaban muy por encima. Este es un claro ejemplo de técnica depurada, completa y mucho "feeling" con bastantes influencias ochenteras. Un verdadero temazo. Solo sé que el guitarrista se llamaba Jorge y sin duda su aporte al rock nacional puede resumirse a esta memorable melodía y dos solos muy bien logrados. ¿La recuerdan? Y si no la conocen... dense un chance de conocerlo.

5- BAHÍA DE COCHINOS


Hot Sugar Mama es una banda contemporánea, que afortunadamente ha destacado pese a la ausencia de una industria independiente real. La calidad técnica grupal es evidente y este video, parte del proyecto Zona M de 2011, es un claro ejemplo de originalidad y frescura. Las influencias Funk son bastante evidentes y el solo, bastante retro, recuerdan a un inconfundible John Frusciante. El solo de guitarra al final de la canción... recomendable. Es difícil hacer historia de un grupo activo actual. Así que solo digamos que la calidad de la propuesta es destacable y el material tiene un sonido diferente a la mayoría de propuestas actuales. Escuchen talento a destacar.

4- UN RELAMPAGO EN LA HABITACIÓN



Álvaro Aguilar es posiblemente, junto a los Ricardos (Andrade y Arjona), el cantautor más reconocido de Guatemala. A diferencia de los otros dos, sus argumentos musicales son más técnicos y tiene más recursos de interpretación. Este es uno de los temas más desconocidos de su producción solista, pero es un buen ejemplo de que con solo una guitarra armónica y su voz es posible presentar una canción "completa". Soy particularmente aficionado a sus disonacias y la forma en que una guitarra acústica es suficiente para argumentar un ritmo y un estilo distintivo. Aquí tenemos la fortuna de ver cómo lo interpreta en vivo, para los fans de YouTube. Está incluido en el disco Atrapasueños de 2005.

3- DULCES SUEÑOS


En pleno surgimiento del Rock Nacional, Fábulas fue una banda que destacó por sí sola. Es un gusto adquirido. Para muchos, la interpretación del cantante es poco comercial, pero la calidad musical llama la atención, sobre todo si lo comparamos a otras propuestas de su época. Este tema en particular podemos escuchar la propuesta tan completa de todos los músicos. Podemos apreciar un guitarrista que cede el espacio a los otros instrumentos para luego retomar el protagonismo en un solo sólido, original y que suena bastante a Fábulas. Pertenece al álbum "Llévame al Disco", un tema memorable y de lo más original que se ha escuchado en Guate.

2- A TI


Desconocida por muchos, por miles, pero una de las bandas con mejor propuesta en su época y accesible para que pudiera haber sido más famoso. Pero lastimosamente, no ocurrió. Cuatro Púrpura es una banda de pop rock que pegó por allá de 1999 o 2000. Solo grabaron un disco "Existencial", una verdadera rareza con nueve temas muy interesantes. Este, quizá su tema más accesible, el guitarrista (de quien nunca me enteré el nombre), nos muestra su habilidad y versatilidad. Tiene una clara influencia de John Petrucci y destaco su gran habilidad para dominar gran variedad de estilos y técnicas, como delays, armónicos, tremolo y riffing muy interesantes. Si alguien sabe qué pasó con alguno de sus músicos, se les agradecerá que comenten, pues es una tristeza que una banda tan sólida haya tenido tan corta vida musical.

1- TREN DE MEDIA NOCHE


De toda la discografía de Alux Nahual, hay infinidad de temas en los que encontramos una propuesta colectiva destacable. La mayoría de intervenciones instrumentales están compuestas por varios instrumentos compartiendo protagonismo. Ranferí Aguilar, quien tiene una enorme cantidad de argumentos armónicos, acústicos y de solos de guitarra tiene un gran catálogo de dónde escoger. Seleccionamos un tema casi desconocido, diferente con un solo de guitarra de esos que uno no puede dejar de aplaudir. Incluido en su disco "Se Cantan Retratos", nos muestra un lado diferente a lo usual en la propuesta de Alux.

Espero que disfruten estos temazos. Si se preguntan por qué seis y no cinco o diez temas. Es porque no me gustan los números redondos. ¿Quién dijo que solo esos números son mejores para contabilizar logros? Y si quieren, para los guitarristas el seis es más significativo. Nos recuerda la cantidad de cuerdas de nuestra amada. Si piensan que debí incluir algún otro en especial o saber más de los temas o de las bandas, no duden en comentar. Saludos...










viernes, 1 de febrero de 2013

¿Un artista económico?

En la mayoría de toques, fiestas o ensayos, siempre terminamos hablando sobre la calidad de los músicos, el sonido que logramos o que quisiéramos alcanzar. Me he topado con dos corrientes de pensamiento muy marcadas al respecto: aquellos que saben exactamente qué sonido desean, por lo que no están satisfechos hasta comprar la guitarra, las cuerdas, la pedalera y el amplificador adecuado para lograr el sonido que tienen en su cabeza. Los otros, se refieren más al refrán "el que es perico donde quiera es verde" y no les importa si tienen guitarras viejas, dañadas y cuerdas oxidadas. La técnica y el "feeling" son todo lo que cuentan.

Me parecen acertadas ambas propuestas aunque yo prefiero una postura intermedia. Un buen músico, luego de varios toques y conciertos en diferentes condiciones de trabajo (áreas libres, pequeños bares, fiestas, etc.) llega a reconocer que durante una presentación hay demasiadas variables en juego, por lo que conocer tu equipo y saber qué sonido te puede brindar es fundamental para lograr que la gente "te entienda". Ahora bien, si ocurren imprevistos, si se revienta una cuerda a mitad de un toque, si no hay suficientes entradas de corriente eléctrica para conectar todo tu equipo o suficiente espacio, el poder recurrir a soluciones rápidas en las presentaciones muchas veces nos lleva a concluir que sin técnica y práctica, no se salva un concierto.
Tener el equipo necesario implicaría sacar la mitad de las mesas en la mayoría de bares de Guatemala.

El título de esta entrada era más adecuado con una palabra en inglés: "affordable". No me refiero a economía como una forma de "ser barato", sino de cómo invertir en nuestra profesión o hobby de manera asequible, realista pero sacándole el jugo a cada centavo. En Guatemala, en donde la mayoría no disponemos de grandes ingresos para "estos lujos", este es un tema que quienes aspiran a la música deben considerar.

VAMOS DE COMPRAS

Yo entraría en la definición de guitarrista "affordable". Cuando tomé el puesto de guitarra en mi banda Axis, yo ya tenía una inversión considerable en sintetizadores y equipo de amplificación "limpio", para micrófonos. Así que tomar ese puesto me significaba una doble inversión. Lo cual me llevó a navegar entre las ofertas que podía encontrar en el país. Ya gozaba de más de 10 años de experiencia en guitarra, por lo que debía apostar por equipo de calidad para lograr mi sonido. Pero tenía la ventaja de saber cómo deseaba sonar: guitarras "clean", casi simulando un sonido acústico; y el extremo opuesto, distorsiones cargadas, pesadas y fuertes. Una verdadera pared de distor, así que me dediqué a investigar en internet sobre la mejor pedalera para el precio que podía pagar.

KORG ofrecía pedaleras bastante accesibles con variedad de sonidos y una calidad con la que ya estaba familiarizado por el sintetizador M-50 que ya poseía. Así que cuando encontré la AX5G por menos de Q800, supe que era el negocio ideal. Una pedalera digital, con pedal de expresión, un banco de sonidos predeterminados de 40 "sonidos" y otro banco de 40 para personalizar, sabía que había encontrado lo que buscaba. Estas series de pedaleras (que incluyen varios modelos más grandes y pequeños para bajo y guitarra) se caracterizan por lograr sonidos "acústicos" muy realistas y ser muy fáciles de programar. A esas alturas, tener que diseñar sonidos en sintetizadores ya era para mí una fuerte inversión de tiempo, por lo que tener una pedalera práctica qué programar era básico.



Luego, aproveché la misma temporada de ofertas postnavideñas para comprar una IBANEZ, por menos de Q1,400. Sabía que no quería un sonido "old school" tipo FENDER STRAT ni el tono más blues de las GIBSON. Quería un sonido fuerte, rock y metal. Así que la decisión era bastante más sencilla en este caso. Esta guitarra estaba echa para mí.

Así que con una inversión pequeña alcancé el sonido que deseaba. Igual sabía que en la mayoría de bares, alcanzar un sonido perfecto era difícil y prefería tirar mi sonido limpio a la misma fuente que los teclados, de manera que era más fácil la mezcla en vivo. No necesitaba ampli. Muchos guitarristas fingían escandalizarse por mi método, pero a mí me gustaba cómo sonaba y eso bastaba.

Dos años después, me di cuenta que necesitaba una presencia más rough, más fuerte e independiente para alcanzar un sonido más crudo. En Guate es casi imposible tener monitores, por lo cual no escuchaba mi guitarra en la mezcla y decidí adquirir un ampli fácil de transportar pero lo suficientemente fuerte para escucharme sin necesidad de más amplificación.

Así que adquirí el RAGE 258 de PEAVEY, un pequeño y liviano amplificador con una tecnología bastante interesante, que no aparenta la potencia y calidad que brinda ya en el escenario.

Por menos de Q4,000 logré el sonido que deseaba, sin complicarme con botones extra y todos esos "simuladores de amplis" y efectos "intuitivos" que se supone que brindan muchas marcas, pero que complican el proceso de composición y arruinan la experiencia pura y única de la interpretación en vivo.

Y no hemos enlistado los costos en cuerdas, puas, cables, metrónomos y demás equipo necesario para la interpretación...

LA ECUACIÓN ARTÍSTICA

El objetivo de este largo post es ejemplificar que pese a que hice muy buenas inversiones y ahorré quizá la mitad de lo que me hubiera costado LA pedalera, El amplificador o La guitarra, según los estándares de varias academias de música en Guatemala: ¿qué tantas personas pueden invertir eso en un hobby no tan bien remunerado?

Cuando me topo con un dueño de un bar que cuesta que suelte la paga bien merecida de los colegas, me pongo a pensar en todo esto. ¿Vale la pena? ¿Es justo lo que hacen estos negociantes? ¿Les cuesta comprender que necesitamos ingresos decentes, como cualquier otra profesión?

Talvez este post ayude a hacer comprender, a grandes rasgos, la profesión del músico. Cuando me "regatean" un cobro, cuando me ponen a prueba para ver si mi banda "pega" o cuando condicionan que se nos paga solo si "llevamos suficiente público", me enoja esa condicionante ecuación artística: invertir para dar el mejor espectáculo aunque sea mal remunerado o apostarle por la técnica y esperar que la profesión se pague sola.

Algunas veces funciona, otras (las más frecuentes) recuerdo que la emoción, la energía del público y la oportunidad de compartir mi música es el único motor aunque no genere réditos. Al final, por mucho que lo intentemos, se vuelve un hobby, pues de ser un trabajo, ya me habrían despedido por pérdidas...

Ustedes, ¿qué tipo de músico son? ¿Se van por el equipo o por la técnica?