miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Hay agonía en el rock nacional?

Hace ya un par de semanas que quería comentar sobre dos temas: el primero fue una discusión que sostuvimos entre el columnista Jorge Sierra, Benjamín Pardo (Rock Chapín) y otros colegas más sobre la existencia de la "industria musical en el país". Otro fue la columna de opinión que realizó mi amigo Gabriel Reyes sobre la supuesta agonía del Rock guatemalteco. Estos son temas que despiertan pasiones y hieren suceptibilidades. Yo, como siempre hago en este espacio, escribo para proponer y ordeno mis pensamientos para dar una visión más equilibrada de los hechos. El problema con la música es esa subjetividad que lo impregna todo así que me embarco en una discusión quizá futil, pero sin duda importante para nuestra realidad musical. Invitados a comentar y criticar.

REFLEXIÓN SOBRE UNA AGONÍA



Gabriel Reyes hace una revisión, quizá más hacia sus adentros sobre lo que significó para él (no para los demás) el movimiento. En su texto se percibe esa nostalgia a la que él alude, se ve que vivió y sintió la energía de esos "héroes fantasmas" que, según él, hoy no firman autógrafos en la calle. Está bien, lo conozco y sé que no escribió palabras al azar, sé que cree en lo que describe y hasta cierto punto esa puede ser la percepción de cierto grupo de personas. Pero es imposible restringirnos a una percepción tan reducida, cuando hay un universo de acciones girando alrededor. Yo respondo a esa acotación lo siguiente: 

Por primera vez en la historia musical de Guatemala, más de una docena de bandas de rock (de diferentes subgéneros) tienen el respaldo de dos empresas grandes, que financian conciertos, producciones de discos y giras. Eso, aunque Reyes suspire con nostalgia, es un logro y nos habla sobre un mercado más fuerte que lo que él asegura. Yo, que he estado en estos eventos y gracias a tantas conversaciones con mis amigos en Twitter y Facebook he llegado a conocer a decenas de adolescentes que han ido a estos conciertos en 2013, que han crecido oyendo la música que sus tíos o primos les han heredado. Para ellos, que podrían ser el 70% de quienes asisten hoy en día a los conciertos, para ellos no hay nostalgia, para ellos hay bandas que son hoy, más realidad que hace años. Y no hay que olvidar que son ellos también el motor mercadológico de cualquier industria.

Bohemia Suburbana tuvo en 2013 el año más activo de su historia, se presentaron en todo el país y culminó con el lanzamiento de su Colectorio. Interesante de nuevo ver que son veinteañeros los más emocionados por adquirir ese material. Alux Nahual, sacó su 11 disco de estudio, y fue tal el recibimiento que ha incorporado hasta 8 temas nuevos a su repertorio. Viernes Verde también lanzó nuevo disco, solo por mencionar a algunos. Cuando estás en sus conciertos, lo menos que sentís es nostalgia, vez a bandas rejuvenecidas que son coreadas por público patojo, activo y emocionado. Eso, de nuevo, no es nostalgia, es realidad hoy.

SOBRE LA INDUSTRIA Y LAS NUEVAS BANDAS



Quizá va amarrado a lo mismo, pero cuando vemos esas propuestas y a esas compañías invirtiendo en bandas nacionales, te ponés a pensar si eso no es industria. De manera paulatina, cada vez descubro más proyectos ligados, productoras de videos, organizadoras de eventos, colectivos de artistas, productoras musicales e incluso sellos discográficos independientes. Están ahí, con un margen muy reducido de ganancia y muy poco campo de acción, pero hoy hay mucho más que hace 10 años. Y eso también, es un indicador sobre si hay o no "industria", como lo discutíamos con Jorge Sierra.

Ahora bien, esa mal llamada "industria", qué tanto bien o mal les puede hacer a las nuevas propuestas, no estoy seguro. Creo que gran parte de lograr publicar discos, videos, sencillos y demás en Guatemala tiene más que ver con sudor y propuestas originales, que a depender de una maquinaria que compra locutores, que hace una estrategia de marketing grosera para aparentar que tu sencillo llegó a la lista de popularidad de las radios. Eso es lo que en otros países llaman "industria" y si de eso se trata, mejor que no haya.

Retomando el tema, Sierra mencionaba a Moz y Somni View como ejemplos, yo fácil podría agregar otras 25 bandas y solistas nuevos, talentosos con propuestas novedosas y me quedo corto. Algunos tienen sellos discográficos independientes, algunos ajustaron centavos para sacar una producción, en fin, me estoy quedando corto. El año pasado se publicaron más de 50 producciones discográficas, que son pruebas de que estamos mejor, hay más medios de difusión y ya no se necesita de una mente encaramada en una discográfica que decide qué suena y qué no.

Siento que en esencia, la calidad y la diversidad de nuestra música radica en esa autosuficiencia. Creo también que las bandas que sobreviven es porque tienen que sacar cayo a como dé lugar y están mejor preparadas y técnicamente son más aptos que los "dinosaurios" de antes. Al final, la música es cuando se toca, se canta, se grita y demás. Y hoy hay más música que en los 90. Hoy va más público a estos conciertos. Hoy hay más acceso a estas producciones.


Yo aquí no veo nostalgia, veo gente aclamando música actual

Para mí no hay agonía, creo que coinciden conmigo cientos de personas. Hoy el panorama es alentador pero seguimos teniendo pendiente ese gran paso final. Volver la carrera del artista algo rentable y sostenible. Mis respetos para Gabriel por motivar semejante discusión, es importantísimo analizar estos temas. En fin, si motivo a generar discusión, me alegro. Manifestemos nuestras voces. Y hagamos movimiento. #TodosSumamos


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