lunes, 29 de abril de 2013

Las más quemadas

Todo la gente se las sabe. Una nota es suficiente para traerle recuerdos a miles de personas. Hasta los chuchos las reconocen. Son esos temas que simplemente impactaron en nuestro imaginario cultural. Y son chapinas. Esas canciones que nos mueven y nos conmueven. Hoy les traigo una lista de tesoros musicales guatemaltecos. A ustedes ¿qué recuerdos les traen? ¿Qué otros incluirían en esta lista de los temas más quemados de Guate? Desamor, cuestionamiento, problemas sociales, fiesta... de todo para nuestra vida.



6- MALDITO EL DÍA

Es posiblemente el tema más tarareado y repetido hasta el cansancio durante los 90. Un tema sencillo, de desamor. Recuerdo que por allá por 5to primaria la grabé en cassette cuando la pasaban continuamente en la radio. Ahora que me topé con el video original en YouTube, estoy sorprendido de lo mucho que no alcanzaba a oír del tema. Vaya que emanan recuerdos de esta canción, uno muy representativo de la época. Debo decir, es un tema que ha envejecido con dignidad. Tiene un aire de inocencia de aquellas bandas que abrirían el camino para lo que vino después. Es un deleite ocasional, Golpes Bajos que tuvo que reintegrarse, irse a México y cambiar de nombre para pegar. ¿Qué fue de sus integrantes? Si alguien sabe, que cuente. 


5- EL NORTE

Ricardo Andrade fue uno de los cantautores más admirados de su época. Este tema, uno de los más simples en su composición captura una de las realidades más fundamentales de nuestra sociedad: la migración hacia los Estados Unidos con la esperanza de alcanzar una mejor forma de vivir. Tan vigente como tantos otros temas en nuestro país. El giro romántico, vivencial, ese tinte ficticio de un amor interrumpido por la distancia es un recurso artístico que lleva la ficción a un nuevo nivel. Personalmente es uno de los temas que más me aburre, pero he visto de primera mano las emociones que mueve en las personas. Esta canción está calcada en el imaginario chapín, y no cuesta imaginarse por qué.


4- FIESTA PRIVADA

El tema de 1987 de Alux Nahual fue un HIT creado precisamente para que pegara en la radio. Lo hizo. Casi 10 años después seguía siendo uno de los temas preferidos, especialmente entre los graduandos que estaban a punto de dejar el colegio e ingresar a la Universidad. Quizá al pensar en Alux, este sea el tema que menos le represente, lejos de sus orígenes instrumentales sinfónicos o de sus baladas minimalistas. Pero sin duda es uno de los temas de mayor rotación de esta banda. Y vaya que si tienen bastantes. En pleno 2013, dos nuevas generaciones siguen bailando este tema a todo motor durante los conciertos. ¿Quién no desea cantar y bailar hasta que salga el sol?



3- ÁNGEL

La canción fundamental de Radio Viejo. Todo el mundo se la sabe. Así de sencillo. Según leí en algún lado, el tema lo dedicó Lui Donis a un familiar fallecido a edad temprana. Hay algo en estos temas tristes, que despiertan la nostalgia en el público. Al igual que muchos temas de la época, la simplicidad de su composición ayudó a que muchos comenzáramos a tocar guitarra con estos temas. Aunque el único video oficial de la canción es una versión "arreglada" acústica, les incluyo el original, que captura la energía del momento. Este tema se ha quedado un poco empolvado luego del paso de casi 20 años, aunque al recordarlo, muchos vuelven a emocionarse tanto como en aquella época dorada.



2- NI UN CENTAVO

Malacates Trébol Shop, una banda fundamental para la evolución que ocurrió a principios de este milenio. Nos sorprendió a muchos con esta precisa canción. Esa nuestra relación tan chapina de ahogar nuestras penas en alcohol. Hay temas que se nutren y alimentan de esa sabiduría que ronda entre botella y botella. Tan así que no estaba seguro si incluir este tema o "El Último Trago" de Viento en Contra, que en su momento me salía hasta en la sopa. Pero creo que Malacates lograron una historia más completa, con la que muchos, muchísimos nos podemos identificar. "Ahora solo me quedo en un bar esperando que llegue el final". Esa consolación fatalista pero resuelta a olvidarse de una traición amorosa. Salud por eso.



1- PECES E IGUANAS

Hubo una época en la que sencillamente todo el mundo hablaba de Bohemia Suburbana. Quizá su fama, su prestigio era superior a su música. No lo sé. Pero en este tema, como en varios otros, capturan la esencia cotidiana del adolescente o joven guatemalteco de la ciudad. ¿Cómo vas a saber qué sos, qué te gusta o qué no si no lo probás, si no lo experimentás? Esa es la gran premisa que nos indaga como sociedad. Hoy, que los bohemios han regresado con más fuerza que antes, el tema vuelve, la nostalgia, la energía de la banda que lideró la revolución musical en el país. Esta canción sí hasta los chuchos la chiflan. ¿Y cómo no? ¿O acaso a ustedes ya se les olvidó?


miércoles, 24 de abril de 2013

La música como lenguaje

Muchos hemos oído eso de que la música es un lenguaje, pero como músico es un reto ponerlo en práctica. No cabe la menor duda que la música es capas de expresar sentimientos e ideas de una manera muy efectiva, incluso mejor que con el lenguaje hablado. Sin embargo, el lograr esa expresión es un reto muy grande para los músicos. No se trata simplemente de tocar una melodía, de precisión a la hora de tocar las notas, de llevar el tempo correcto, sino que también es cuestión de musicalidad o como se conoce popularmente, de feeling.

La perfección no hace el feeling

Hace varios años fui con unos amigos a una clinica de batería y guitarra en un pequeño local de la zona 7. Estuvo Fernando Martín dando consejos sobre batería y un guitarrista de un grupo que de momento no recuerdo el nombre. Acerca de la musicalidad a la hora de interpretar, dicho guitarrista dió muy buenos consejos que aún casi 10 años después recuerdo muy fuertemente. 

Él decía que la música es un lenguaje, y como todo lenguaje primero hay que aprender las palabras de dicho lenguaje. Así como en español primero aprendemos palabras antes de formar oraciones, en la música también es útil aprender el lenguaje necesario para expresarse. En su clínica, él se enfocaba principalmente en aprender escalas. Practicar escalas de noche y de día con el objetivo de que "tus dedos recuerden las escalas, y a la hora de improvisar tu cerebro no tenga que pensar que notas tocar, sino que querés transmitir".


A hablar se aprende hablando

Así como al hablar o escribir nosotros no nos detenemos para pensar cada palabra que vamos a utilizar, en la música, para tener feeling, también es necesario obtener un entrenamiento en el lenguaje musical (escalas, teoría musical, etc) para poder expresarse libremente a la hora de tocar un instrumento. 

En realidad estar tocando es lo mismo que estar hablando, no se puede hablar si no se tiene nada para comunicar, no se puede tocar si no se tiene nada para transmitir. 

viernes, 12 de abril de 2013

¿Señales del fin del mundo?

Neva dos veces en el occidente guatemalteco. En el oriente, pero lejano, un niño con sueños de dictador promete atraer la Tercera Guerra Mundial. Mueren figuras políticas internacionales y entre tanto qué pensar y criticar, los rockeros comenzamos a tener teorías que justifiquen una serie de eventos extraordinarios que han ocurrido en los últimos años. ¿Metallica, Megadeth, Korn, Guns, Dream Theater... BLACK SABBATH? Será posible, solo el tiempo dirá, pero muchos afirmamos, con nuestra eterna sabiduría chapina: "No hay que creer ni dejar de creer". Quizá, si ocurre este impresionante evento, ya solo nos quede pendiente ver un concierto de The Beatles, o de Pink Floyd, con su alineación original en la nueva tierra o nuevo cielo. ¿Podría ser?

LA UTOPÍA DEL ROCK EN GUATE

Aceptémoslo, desde que el rock se puso de moda en Guatemala, ha sido motivo de tabús, miedos, represión, mitos y muchas esperanzas. Desde los 70's, nuestra sociedad conservadora ve al rock como una contracultura. En esa época ver a Black Sabbath en tierras del quetzal era imposible. Ni Pink Floyd, ni Deep Purple, ni The Doors, muchos menos The Beatles. Simplemente era algo que no se podía pensar. Tardaríamos años, décadas en comprender, en entrar al río de la expresión, en empoderar a los jóvenes, a los que "miramos más de lo que piensa la gente".

Pero pasó. Bon Jovi, cuando muchos suponían su declive popular, llegó a Guatemala en 1993. También los Héroes del Silencio, la mayor banda de rock en español llegaría en 1997. Y muchos volvían a soñar. Aún así, y para ese entonces, era casi imposible pensar que Metallica, Guns & Roses o Pearl Jam, por mencionar algunas de las grandes bandas vigentes en ese momento, pudieran siquiera considerar llegar al país. Pero los rockeros, los aficionados y el público en general debieron mantener cabeza fría. Parecía que aquellas utopías ocurrían una vez en la vida... bueno, casi... 

EL AÑO DEL METAL


Más de una década después. Nuestra apática escena musical variaba poco. Algunos pocos artistas bubble gum (Ashley Simpson, Enrique Iglesias, Juanes... qué sé yo) eran los eventos importantes. De Maná y Rabanes no pasábamos en este país. El reencuentro de Héroes del Silencio en 2007 había abarrotado el Estadio del Ejército y sabíamos que era una excepción. Pero en 2009 se soltó el bombazo, que haría temblar Centroamérica: Metallica llegaba a la región. El 5 de marzo de 2010 llegó la banda más representativa de metal en el mundo. No digo que sea la mejor, solo la más famosa. Poco importaba. ¿Qué amante del rock podría perderse aquel evento? 

Quizá muchos levanten la mano, pero para mí, ver a Mastodon, Metallica y Extinción en el mismo escenario era lo más emocionante que podía pensar. Eramos unos 20 mil seguidores los que saltamos durante el evento (que no fue para nada perfecto, el sonido fue fatal, pero la energía del público verdaeramente admirable). Esa misma noche, pocos podían creerlo: Megadeth también venía a Guatemala.

Si las sorpresas no eran pocas, se confirmaba el rumor: Guns & Roses también venía. Sin duda, una medida reaccionaria pretender traer a "la competencia" de la época de Metallica. Pero no paraba ahí, también Korn, una banda de Nu Metal con millones de seguidores, se presentaría en el Estadio del Ejército. Claro, bastaba seguir de cerca las incertidumbres sobre Guns y las peculiaridades de Axl Rose para saber que ese concierto jamás ocurriría (Ojo fans, si en la página oficial dice una fecha equivocada, y luego vemos que en El Salvador iban a estar un día antes, era imposible que hubiera concierto en el país). El caso es que ese año muchos metaleros se quedaron sin ahorros, pero la espera valía la pena. Volvía a surgir la esperanza de que el rock y el metal fueran mejor vistos en el país.

EL CAMBIO DE ERA... ¿CAMBIÓ ALGO?



Los siguientes años fueron de expectativa y de confirmación. Los empresarios no habían comprendido el fenómeno musical de Guatemala. Fue moda, fue casual eso de traer tantas bandas de metal en un mismo año. Poco o nada pasó en 2011, y 2012, en presagio del cambio de era, otra rareza, otra curiosidad histórica ocurrió: DREAM THEATER, los maestros del metal progresivo confirmaban su paso por Guatemala. Aquello sorprendía. Una banda mucho menos famosa, más enfocada en un público exclusivo de músicos o aspirantes a músicos y algunos metaleros. Pero se presentaron, salieron al escenario a las 12:30 pm de un miércoles, pero ahí estuvimos. Esas extrañas decisiones de los empresarios de eventos es demasiado errática, pero gracias a la alineación planetaria que se les ocurrió traer a mi banda preferida, era un sueño para mí. El fin estaba cerca. Algo tenía que tener sentido. Hasta los Red Hot Chili Peppers ya vinieron, hablamos de una de las bandas de rock más populares de la historia. Otro check a mi lista.

EL FIN... CERCA



No faltará alguien que haya asegurado que se acabaría el mundo antes de ver a Black Sabbath en el país. Es posible. Como buenos chapines, y luego de muchas falsas esperanzas creadas por los medios y los mismos empresarios que lastiman su propio prestigio, muchos vemos hacia ese futuro con miedo, con expectativa. ¿Será posible? vuelvo a preguntar. Una amiga, muy sabia, me comentó que hasta que no estuviera adentro y viera sobre el escenario a estos legendarios revolucionarios, no lo creería. Estoy de acuerdo. Aún hay mucho qué sufrir y qué pensar. Pero mientras tanto, quienes amamos la música, quienes pedimos más artistas (diferentes, diversos, no los mismos de siempre) tenemos que hacer valer nuestra voz.

Puede que muchos, luego de que Sabbath y Megadeth toquen, volteen al cielo a esperar el Armagedón. Un show de meteoritos y luces que no se compararía con esa experiencia. Temblarán los cimientos de Ciudad de Guatemala, seguramente.

Como digo, habrá que ver. Esperemos el fin, pero mientras tanto, disfrutemos la espera. Rock a todo volumen y mantener el espíritu. Que viva Guatemala y el Rock, por darnos tanto y pedirnos tan poco a cambio...

domingo, 7 de abril de 2013

¿Amateur o profesional?

Casi todos en Guatemala conocemos a alguien que toque guitarra. Conocer gente que toque algún instrumento no es nada fuera de lo común. En muchas casas siempre se puede encontrar una guitarra, un teclado o una flauta dulce. Todos recordamos las clases de música en la escuela y pienso que estas son las responsables del acercamiento que hemos tenido, sobre todo las generaciones mas jóvenes, con la música. 

 
Flauta dulce

Sin embargo, esta cercanía con la música ha repercutido en la poca profesionalización de la misma. Muchos de nosotros aprendemos a tocar de oído y luego vamos de academia en academia refinando nuestra técnica pero muy pocos persiguen la carrera de músico de una manera seria y comprometida. Pienso que es importante aprovechar el que haya tanta gente interesada en ser músico para promover más la profesionalización de la carrera, sin embargo en Guatemala lamentablemente es muy difícil realizar esto. 

Conservatorio nacional de Guatemala

El Conservatorio Nacional es una institución que busca este profesionalismo y acreditación. Muchos hemos pensado en ingresar al conservatorio para mejorar como músicos, pero muy pocos lo ven como algo de tiempo completo. Personalmente, intenté ingresar al conservatorio como algo extracurricular y me resulto muy difícil de mantener.

Uno de los problemas con la profesionalización es que en general, en Guatemala, no esta certificada. Es decir, hay miles de academias, de centros prestigiosos donde estudiar, nunca dejan de ser lugares extracurriculares. Al salir a estudiar al extranjero me topé con la realidad en otros países. La carrera de músico es una profesión como tal. ¡Es una carrera universitaria! No solo eso, existen maestrías y doctorados en música, en interpretación, en teoría, en acompañamiento, en pedagogía, etc. La verdad es triste, y lo digo como san carlista, que la USAC no tenga una facultad de artes, siendo una de las más antiguas de toda América aún estamos muy por detrás de países centroamericanos como El Salvador y Costa Rica.

Arjona impulsara institutos musicales en Guatemala

Parte de que la sociedad no tome en serio la carrera del músico en Guatemala es culpa de esta falta de respaldo académico institucional. No se ve al músico como un profesional, como de cualquier otra carrera, sino alguien que es muy bueno en su pasatiempo. Definitivamente, es algo que debe cambiarse en Guatemala, y es algo que no depende solamente de la actitud de la población, sino esta sujeto en gran manera de las decisiones de instituciones grandes del gobierno y del sector privado. Es imperante promover la profesionalización en la música, ya que no es suficiente contar con el talento nada más, ni es de esperarse que cada músico reinvente miles de años de teorías musicales.

Rudess graduado de Juilliard es tecladista de Dream Theater
Uno de los ejemplos mas importantes de esto, en el caso de latinoamérica, es el cantante dominicano Juan Luis Guerra. El es graduado de Berkeley College of Music en Boston, y su entrenamiento académico se refleja en la calidad de su música. Ademas, rompe con el mito de que al tener una carrera como músico académico no es posible triunfar con musica popular y que los académicos tan solo interpretan música clásica. De hecho, muchos de los músicos internacionales, en particular de rock, tienen un entrenamiento de música clásica.