Bueno, mi primera publicación del año no planteaba ser una reflexión sobre la música nacional. Al menos no necesariamente. Sin embargo, han sido tantas las opiniones bien argumentadas, las críticas bien fundamentadas y tantas más las quejas sobre el famoso documental de Netflix "Rompan Todo", que he estado considerando emitir mi opinión sobre el mismo. Luego de mucho pensarlo, creo que hay varias reflexiones que aún no se han vertido. Y creo que son quizá más importantes que si no incluyeron a Caifanes, a Héroes o que hayan metido a Calle 13 o Mon Laferte aunque sea con chicle. Hay pensamientos más trascendentales.
Nosotros mismos desconocemos la capacidad de convocatoria de nuestra música |
Lo primero que quiero poner sobre la mesa es que no se trata de mi gusto, si a mí me parece que estén X, Y o Z en el documental porque a mí me gustan sus discos o un par de canciones. Creo que autodenominarse como "La Historia del Rock en Latino América" es su primer gran fallo. Con el suficiente contexto cultural, sabemos que somos repúblicas bananeras con un pasado común de dictaduras militares y el fantasma de la Guerra Fría que influyó y moldeó la cultura reciente que encontró en el Rock un movimiento, una válvula de escape y una manifestación de inconformidad. Y sí, este es el matiz común que nos cubre a la gran mayoría de sociedades en Latinoamérica, con sus contadas excepciones. Y sí, este género musical está vinculado a su trascendencia cultural, su impacto en la adolescencia y en lo valiente e irreverente de sus propuestas.
Para que se aceptara, para que se volviera parte de "la cultura" tuvo que pasar décadas y confirmarse que era mucho más que una moda. Que sí, las grandes discográficas se colgaron del fenómeno desde la segunda década de los 80 hasta casi llegando al milenio, le sacaron toda la raja posible, lo exprimieron, lo volvieron "moda" y luego lo desecharon por lo que pudiera vender más discos. Sin embargo, el Rock no es ni fue solamente un par de décadas de éxitos comerciales sino una gran historia de variables, de expresiones, de oscuridad, incluso de intrascendencia. Pero aquí estamos, en 2021 hablando del Rock, porque no es una moda musical. No es un tipo de baile, no es una fórmula de acordes, no son expresiones individuales para encajar en una premisa. Ahí radica la trascendencia del Rock. Es mucho más.
Sí, muchos ahora dicen "yo ya soy adulto y ya eso del Rock pasó de moda", porque para ellos lo fue. Y es válido. Sin embargo, hablar de la "Historia del Rock latinoamericano" es hablar de resistencia, es hablar de protesta, de propuesta e incluso de la aceptación del movimiento de parte del Poder y de los patrocinadores. Ser capaces de ver las luces y sombras de este fenómeno es parte importante y entender también que no se trata de cuántas copias vendió un disco sino de qué canciones se han quedado en el imaginario de la gente, qué canciones llenan de orgullo a una región, o la unifican en una misma emoción.
Generalmente, cuando platico con gente que quiere hablar de Rock, les pregunto qué canciones conoce la gente que dice que NO le gusta el Rock, qué canciones se oyen en los bares, en las calles, cuáles son aquellos éxitos que son parte ya de las fiestas de bodas, graduaciones y demás. Encontrarán gran variedad de propuestas, y son esas mismas las que han trascendido su pequeño cosmos de seguidores y han llegado a otros mercados. Ahí podemos medir la trascendencia de una propuesta y cómo la sociedad la toma como suya, aunque sea para culminar una celebración y prender las luces del salón.
Muchas veces se nos nubla la vista y decimos "Tal artista es mejor porque a mí me gustan todos sus discos", cuando en realidad, algo como la trascendencia de un movimiento musical internacional debería tomar en cuenta tantas premisas que se volvería imposible segmentarlo adecuadamente, sobre todo en un documental. Ahora bien, si retomamos mi ejercicio y pequeño test nos queda claro cuáles canciones y qué artistas, nacionales e internacionales han dejado una marca en la cultura y se les debería nombrar, cuando hablás de historia y trascendencia musical.
Si me preguntan a mí, sí, al menos deberíamos mencionar a unas 6 o 7 de bandas de Rock centroamericano en cualquier tipo de conversación que tengamos sobre Rock en Español. No porque a mí me gusten. Ni siquiera porque hayan sido importantes para mi círculo y mi generación, sino porque conocer su historia nos ayuda a conocer la historia de los países de donde surgieron. Si "El Norte" de Ricardo Andrade no define y redefine la historia de miles de personas del Istmo centroamericano, no sé qué lo defina mejor. Si "Peces e Iguanas" no hubiese sido éxito en Puerto Rico o si "Alto Al Fuego" no se hubiese interpretado en El Salvador y Guatemala para sus respectivas Firmas de la Paz luego de la guerra, no sé qué lo defina.
Para concluir, y temiendo quedarme corto, más allá de querer que a puro tubo mencionen a "nuestras" bandas en documentales que lo que menos buscan es reconocer la trascendencia histórica honesta del Rock en español, creería que tenemos la gran misión o asignación de que sigamos haciendo trascendente a nuestra propia escena. ¿Pagás por discos? ¿Recomendás las canciones de tus bandas favoritas a amigos? ¿Conocés lo que están haciendo las bandas locales? ¿Reconocés que hay una escena enorme y activa aún en 2020 cuando no había ni escenarios abiertos para tocar?
¿Estás consciente que en Guatemala se lleva a cabo el único festival de música local y nacional a donde acuden más de 30 mil personas, año con año, a cantar más de 8 horas de éxitos nacionales? Y antes de que digás que ese evento es gratis, pensá que hay gente que viaja cientos de kilómetros todos los años para vivir ese momento. ¿Faltan bandas en ese escenario? Claro que sí, soy el primero en reconocerlo, pero no necesito de un documental mexicano para reconocer la trascendencia de las canciones, de hace 40, 30, 20 o 10 años.
Y ya. La escena y la importancia del Rock como movimiento siempre estará en nuestras manos, porque la música y el Rock específicamente, radican en su importancia cultural, en su consumo y apropiación. En la vigencia de las canciones, aun en círculos fuera de los que somos "roqueritos".
¿Ustedes necesitan que les "rompan todo" en México o Argentina para reconocerlo? Los leo.
La verdad es difícil tener una aceptación en un documental como ese donde solo hay preferencias y empatía solo por algunos,hubieron bandas que trabajaron duro por sobresalir y aún subsisten ybes por que hay empresas que como dices aún les sacan raja y no por que crean en ellos, pero al final uno mismo es el que tiene que apoyar a las bandas y como adquiriendo su material y no andar pirateado pero desgraciadamente acá en Guatemala no se apoya el Arte tampoco hay empatía entre músicos e asistido a varios toques y siempre escucho lo mismo músicos criticando a otros músicos entonces ahí es donde yo me pregunto donde quedó esa hermandad que iso que las bandas Nacionales se dieran a conocer y dijiste algo muy importante PROTESTA la mayoría de bandas era de protesta había un motivo por hacerse oír y aún lo hay pero es punto bueno en lo personal es que hay que tener unión entre Artistas y apoyarse, empezando por ahí rompiendo esas diferencias talvez solo talvez podríamos ser escuchandos más aya de nuestras fronteras.
ResponderEliminarSon muchos temas que seria bonito platicar y escuchar puntos de vista por que también bandas como S.O.S, the Jets, caballo Loco Aple pie etc. que también son bandas importantes de nuestras Historia en Guatemala.
Saludos muy buen post.
Y crees que SantLaOlla sabe de todo esto? O que buscó la asesoría de quienes si saben? El señorito sólo supo seguir su visión de túnel...
ResponderEliminarY crees que SantLaOlla sabe de todo esto? O que buscó la asesoría de quienes si saben? El señorito sólo supo seguir su visión de túnel...
ResponderEliminarQue tal maestro, siempre es un gusto pasar a shutear este espacio de honestidad “brutal”, de antemano se agradece el esfuerzo por mantener viva la ilusión de contribuir en la escena nacional; entregando música, historia, información y tu punto de vista.
ResponderEliminarMi opinión acerca del documental es concreta, recibí lo que esperaba; es un documental informativo y educativo (para quien le interese un poco el rock en español y no tenga mucho concepto, es un buen alusivo); creo que es un buen intento por dejar material audio visual de lo que represento la cultura Rock en Latinoamérica (a pesar de que la mayoría del documental se centra en Argentina y México), muchos de los grandes “rockstars”, maestros, músicos, artistas, locos, bohemios, soñadores, etc; que ahí son mencionados nos han marcado de por vida.
Ahora mi comentario sobre que no fue tomada en cuenta la contribución en el rock en español de las bandas Centroamericanas, más que desilusionar o molestar, debería crear conciencia de que como gremio centroamericano, está en nosotros hacer la lucha y crear materiales de cualquier formato, para dejar constancia de la existencia y la terca vigencia de la cultura rock en tierras centroamericanas, de las muchas bandas que mantienen viva la escena, clandestinamente pero viva. Cabe mencionar el documental “Alternativa la historia del rock en Guatemala”, que para bien o para mal (diría Ricardo Arjona) será referente para las futuras generaciones interesadas por la música y después por la cultura rock.