Muchos hemos oído eso de que la música es un lenguaje, pero como músico es un reto ponerlo en práctica. No cabe la menor duda que la música es capas de expresar sentimientos e ideas de una manera muy efectiva, incluso mejor que con el lenguaje hablado. Sin embargo, el lograr esa expresión es un reto muy grande para los músicos. No se trata simplemente de tocar una melodía, de precisión a la hora de tocar las notas, de llevar el tempo correcto, sino que también es cuestión de musicalidad o como se conoce popularmente, de feeling.
La perfección no hace el feeling
Hace varios años fui con unos amigos a una clinica de batería y guitarra en un pequeño local de la zona 7. Estuvo Fernando Martín dando consejos sobre batería y un guitarrista de un grupo que de momento no recuerdo el nombre. Acerca de la musicalidad a la hora de interpretar, dicho guitarrista dió muy buenos consejos que aún casi 10 años después recuerdo muy fuertemente.
Él decía que la música es un lenguaje, y como todo lenguaje primero hay que aprender las palabras de dicho lenguaje. Así como en español primero aprendemos palabras antes de formar oraciones, en la música también es útil aprender el lenguaje necesario para expresarse. En su clínica, él se enfocaba principalmente en aprender escalas. Practicar escalas de noche y de día con el objetivo de que "tus dedos recuerden las escalas, y a la hora de improvisar tu cerebro no tenga que pensar que notas tocar, sino que querés transmitir".
A hablar se aprende hablando
Así como al hablar o escribir nosotros no nos detenemos para pensar cada palabra que vamos a utilizar, en la música, para tener feeling, también es necesario obtener un entrenamiento en el lenguaje musical (escalas, teoría musical, etc) para poder expresarse libremente a la hora de tocar un instrumento.
En realidad estar tocando es lo mismo que estar hablando, no se puede hablar si no se tiene nada para comunicar, no se puede tocar si no se tiene nada para transmitir.
Interesante forma de poner sobre letras y tratar de racionalizarlo. Como ejemplo, en los primeros días que componíamos canciones con Axis, yo presentaba frases completas ya trabajadas, que se sentían bastante mecánicas. En el momento en el que Cristha e Isa tomaban parte y adaptaban mi propuesta a su estilo, la música cobraba vida y se volvía emocional, más que racional. Actualmente basta con que toquemos juntos, jammeamos y hay un proceso emocional que trasciende la simple aplicación de reglas auditivas.
ResponderEliminarEl feeling es todo, no un proceso mecánico. Esa posibilidad de "expresarse libremente" que vos mencionás en el texto.
Esta entrada me dio un par de ideas que quiero profundizar en el futuro. Excelente tema.