martes, 24 de febrero de 2015

No premiamos lo nuestro

Ricardo Arjona está de moda en Guatemala. Su campaña publicitaria de la mano de Pepsi ha inundado vallas, mupis y anuncios de prensa en una campaña millonaria; recién se presentó en Viña del Mar, uno de esos shows de música que son tan consumidos en Latinoamérica; y previo a ello, recibió el reconocimiento a la excelencia por su carrera en la gala de los premios Lo Nuestro, actividad que homenajea a la industria latinoamericana reconocida en Miami. No deseo hablar de Arjona, pues si lo criticás te llueven insultos de esos fans que creen saber qué es ser nacionalista y que creen que son buenos guatemaltecos porque van cada tres años a verlo en concierto, más bien quiero referirme a esa contradictoria actitud que se montó en escena hace pocos días: resulta que "lo nuestro" (que no representa a lo nuestro, como Guatemala, ni nunca lo ha hecho) galardona al único intérprete de talla iberoamericana del país. Resulta cómico, o contradictorio si desean, que sea en Miami donde se le reconozca su trabajo, cuando aquí, donde surgió, no se le sintió como algo "nuestro", hasta que tuvo la bendición de los mexicanos. Entonces sí fue abanderado nuestro, porque antes, no era más que un músico al que centaveaban para que se bajara del escenario.

Fotografía de Prensa Libre, en su edición web

Ahora bien, me importa más lo que como sociedad estamos construyendo y las oportunidades que se le dan a los artistas actualmente: ¿Cuántos Arjonas están siendo centaveados, rechazados o ignorados? ¿Cuántos de ellos tendrán los recursos, el temple y la suerte de irse a otro país para que regresen como consagradas estrellas, que siempre fueron de aquí y nos representarán como "Lo Nuestro"?

¿DÓNDE ESTÁ LO NUESTRO DE VERDAD?

Si están leyendo esta entrada, me imagino que ya conocen sobre los temas que tratamos en este blog todo el tiempo, música nacional, más música nacional y nuevas propuestas. No importa si son de Rock alternativo, pop rock, metal o lo que quieran, aquí tratamos de ayudar, promover e impulsar la música nacional, especialmente el Rock. Así que cuando veo el reconocimiento de Arjona me pregunto a cuántos Arjonas (quizá más talentosos, quizá más originales, quizá con una propuesta más concreta, no lo sé) estamos ignorando en los pequeños bares, en las cuentas de Soundcloud o en videos amateur de YouTube.



Esos millones que hoy idolatran a Arjona (lo cual es muy válido, no hay ningún problema con eso) a cuántos conciertos de música nacional irán en un año. ¿Será que conocen la música de los cantautores emergentes, será que compran su música, una entrada o aunque sea aplauden cuando van a un restaurante y se molestan porque la música está muy recia y no pueden hablar?

RECONOCIMIENTOS Y PREMIOS



Podemos llevar la discusión a aguas más turbulentas, como analizar lo que hay detrás de la industria musical latinoamericana, radicada en Miami, pero no nos compete. Si quieren, pueden leer aquí y ver un punto de vista más extremo, que solo comparto en parte. Pero más que todo, pensemos un poco en qué es lo que nos ofrecen las condiciones sociales de nuestro país a quienes tratamos de hacer algo con la música. ¿Cuánto apoyo viene del Ministerio de Cultura y sus dependencias? ¿Quiénes son beneficiados y bajo qué términos? ¿En manos de quiénes está la preparación de músicos, las academias y el mantenimiento de espacios para el arte?

No creo que baste con que el gobierno asigne más recursos, se trata de que quienes están dentro de la burocracia del Estado entiendan que el arte no se administra como la Policía o como la construcción de una carretera. Sí, en 20 años tratarán de condecorar a Gaby Moreno, posiblemente, y con ello las autoridades de turno pretenderán ganar votos y taparnos la boca.

Más que premios, más que reconocimientos, necesitamos que se apoye la carrera de las artes, que se respete el trabajo de los músicos y que nos demos también a respetar. No aleguen cuando les cobran la entrada en un bar porque hay música en vivo. Gasten miles si desean ver a una banda internacional, eso no tiene nada de malo, pero tómense la molestia al menos de exigir un telonero nacional, que es ley y que se debe apoyar como principio ciudadano.

Y para terminar, tómese cinco minutos para navegar en la red y descubrir cientos de bandas y proyectos que hay para todos los gustos. Hay infinidad de música nacional de calidad, incluso busque en mis otras entradas las recomendaciones que le hago, seguro encontrará algo que le guste. Así, desde la misma gente, podremos galardonar a los verdaderos talentos nacionales y ahí sí, en toda su dimensión... apoyar LO NUESTRO.

2 comentarios:

  1. Con el paso de los años ya quedó claro que entre muchas cosas que suceden en el país, al artista le toca darse a conocer por sus medios. Pero bien aplica que la unión hace la fuerza y una muestra de ello ha sido "Somos Movimiento" (si no estoy mal con el nombre). Es más fácil soportar una carga, cuando entre varios se apoyan y se dan ánimos y todos avanzan en un fin común. He escuchado algunas de las propuestas que se han ido dando a conocer y hay que reconocer que el talento sobra, las ganas de expresar el arte están ahí, la decisión de correr los riesgos por hacer lo que apasiona ya la han tomado muchos de quienes día a día batallan en un medio que prácticamente está en contra del arte propio, el arte nacional.
    Sin embargo creo que hay que tratar de ver a futuro la situación, si estamos conscientes de que lo que hace falta es apoyo, cultura de amor a lo nuestro, respeto y tolerancia, pienso que deberíamos empezar a enfocarnos en los que nos van ir reemplazando poco a poco, tanto sobre el escenario como los que están abajo apreciando el arte. Las generaciones que ahorita están en formación en colegios, escuelas son a quienes hay que inculcarles esa pasión por lo que somos, por la nación que representamos. Parece que muchos se dedican a culpar al poco o casi nulo apoyo que la industria de la radio y televisión dan, pero seamos sinceros, la historia puede ser distinta si gente como nosotros nos dedicamos a “enseñar”, talvez muchos ya tengamos años escuchando música nacional, aprendiendo a apreciar otras áreas del arte: teatro, pintura, etc. Propongámonos que no muera una generación más en el consumismo internacional, que cada nuevo niño sea capaz de apreciar y conocer el talento que tiene el país. Y muy seguramente más de alguno de ellos va a llegar a un puesto con la autoridad y el poder para hacer cambios en pro del artista nacional
    No hay que darse por vencidos, la situación no es fácil y creo que nunca lo fue, sin embargo la clave, pienso, está en permanecer unidos, buscar aliados que crean en Guate. No avocarnos a querer patrocinio de multinacionales o empresas grandes, cuando bien han demostrado que su mentalidad no es apoyar, sino lucrar y rara vez esto último es en beneficio para el artista. Busquemos gente con nuestra mentalidad que quiera arriesgarse pero no lo hagamos cada quien por nuestro lado sino permaneciendo unidos, bandas, músicos, productores y no me refiero a aquellos que tienen ya un nombre, sino a los que andamos en la escena “underground”. Creo que de este modo no solo el movimiento de música nacional va a empezar a ser objeto de noticia, sino también aquellos pintores, aquellos escultores, aquellos actores que nadie sabe quiénes son. No porque “surgieron” nuevas bandas, ni porque de la noche a la mañana un talento desconocido se dio a luz, sino porque es tanta la propuesta seria, serán tantos los conciertos en bares, será tanta la promoción en redes sociales que pronto alguien va a darse cuenta que ahí estamos.
    Dudo que haya que pedirle al artista que sea “profesional”, “serio”, son los primeros en darse cuenta que deben serlo y lo han demostrado con los años, es al público al que hay que enseñarle que sea “serio”, que no sea prejuicioso, que sea tolerante y aprenda a respetar. Vamos por buen camino, solamente hay que permanecer unidos y tener la vista puesta al frente y reconocer que hay que cambiar a quienes vienen detrás de nosotros, quienes ya van adelante, dudo que cambien, y si no lo hacen será su problema, su tiempo ya pasó, estamos en nuestro tiempo y hay que actuar.
    Saludos

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    1. Muchísimas gracias Azulinka. Definitivamente, estamos a tiempo y cae en nosotros esa responsabilidad. Mil gracias por tomarte el tiempo de comentar y apoyar. Un abrazo.

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